- Acromegalia
- Adenoma tirotropo
- Déficit de hormona de crecimiento
- Déficit primario grave de IGF-1
- Pubertad precoz
- Síndrome de Turner
Acromegalia
La acromegalia es un problema hormonal que provoca un crecimiento anómalo de los huesos y de los tejidos blandos. Se caracteriza por un ensanchamiento de los pies y de las manos, y por la alteración de los rasgos faciales, acompañados de engrosamiento de la piel. Estos síntomas se producen cuando la hipófisis, una glándula pequeña situada en la base del cerebro, segrega de forma excesiva hormona del crecimiento (growth hormone, GH). La hormona desempeña un papel fundamental en el crecimiento infantil y adolescente, pero es también indispensable en el adulto. En la acromegalia el desajuste de la hipófisis suele deberse a la aparición de un tumor benigno (un adenoma hipofisario) asociado a una hipersecreción de hormona del crecimiento. Cuando el exceso de secreción de GH se produce durante el crecimiento se denomina gigantismo.
La acromegalia es un problema hormonal que provoca un crecimiento anómalo de los huesos y de los tejidos blandos. Se caracteriza especialmente por un ensanchamiento de los pies y de las manos, y por la alteración de los rasgos faciales, acompañados de engrosamiento de la piel. Estos síntomas se producen cuando la hipófisis, una glándula pequeña situada en la base del cerebro, segrega de forma excesiva hormona del crecimiento (growth hormone, GH). La hormona desempeña un papel fundamental en el crecimiento infantil y adolescente, pero es también indispensable en el adulto. En la acromegalia el desajuste de la hipófisis suele deberse a la aparición de un tumor benigno (un adenoma hipofisario) asociado a una hipersecreción de hormona del crecimiento. Cuando el exceso de secreción de GH se produce durante el crecimiento se denomina gigantismo.
Incidencia
La acromegalia es una enfermedad rara: con una prevalencia de 2,8-13,7 casos/100.000 habitantes y una incidencia de 0,2-1,1/100.000 habitantes.1, 2 Puede aparecer a cualquier edad y suele diagnosticarse hacia los 40 años, aunque sigue siendo excepcional en las personas mayores. Es un poco más frecuente en las mujeres.
Síntomas
Los síntomas de la acromegalia se deben a un exceso de hormona del crecimiento y sus efectos son exacerbados por el propio tumor hipofisario. Los síntomas son numerosos y aparecen progresivamente pero no son visibles hasta transcurridos varios años.
Los relacionados al exceso de hormona del crecimiento son:
- Cambios progresivos del aspecto de la caray de las extremidades (manos y pies). La cara adquiere un gran tamaño, con el engrosamiento de la nariz, los labios y el arco superciliar; pómulos y mentón prominentes, dientes separados, y voz ronca y grave. Aumenta la talla de los zapatos y los anillos se quedan pequeños.
- Aumento del volumen de los órganos internos. Particularmente del hígado (hepatomegalia), de la glándula tiroides (bocio) y, sobre todo, del corazón (cardiomegalia, en un 70%-80% de los afectados), que se traduce en insuficiencia cardiaca, debilitamiento e hipertensión arterial (35% de los casos).
- Dolores de espalda (raquialgias) y articulares (artralgias). Afectan a dos tercios de los enfermos y pueden ser discapacitantes, especialmente los que afectan a los dedos (dificultad para escribir, atarse los zapatos, etc.).
- Deformaciones óseas, especialmente desviaciones de la columna vertebral (escoliosis) o de la parte inferior del esternón.
- Aparición del síndrome del túnel carpiano. Es bastante frecuente y produce entumecimiento y hormigueo, y dolores fuertes en la mano.
- Descenso de la capacidad auditiva.
- Ronquidos y apneas del sueño. Son síntomas muy comunes, hasta en un 60% de los casos, y vienen acompañados de somnolencia diurna. Pueden complicarse a largo plazo con problemas cardiacos y respiratorios.
- Diabetes mellitus.
- Cansancio pronunciado.
- Pérdida de peso.
- Engrosamiento y envejecimiento de la piel.
- Transpiración excesiva (hiperhidrosis).
- Hirsutismo (crecimiento excesivo del vello de algunas zonas del organismo).
- Excrecencias pequeñas en la pared del colon (pólipos o adenomas colorrectales) que pueden provocar cáncer de colon, por lo que se recomienda efectuar una colonoscopia cada 3 a 5 años.
Los síntomas asociados al tumor hipofisiario son:
- Dolores de cabeza (cefaleas) debido al tamaño del tumor hipofisario. Son frecuentes y afectan al 65% de los casos.
- Problemas visuales por la compresión de los nervios ópticos. Se dan en el 20% de los afectados.
- Disminución de la producción de determinadas hormonas.
Los numerosos síntomas asociados a la acromegalia tienen un gran impacto sobre la calidad de vida de los enfermos. La falta de tratamiento o el diagnóstico tardío (entre siete y diez años después de la primera aparición de los síntomas) conlleva una disminución de la esperanza de vida.
Factores de riesgo
Se desconocen los factores de riesgo de la acromegalia y también las formas de prevenirla. No es posible realizar el cribado antes de la aparición de los primeros síntomas. Hay que tener en cuenta que esta enfermedad no es hereditaria.
La acromegalia es un problema hormonal cuyo diagnóstico suele hacerse de forma tardía, por la lenta aparición de los síntomas y porque los cambios físicos se van estableciendo de forma insidiosa a lo largo del tiempo. A veces se presenta con dolores de espalda (raquialgias) y articulares (artralgias), que son los que llevan al enfermo a consultar con el médico. El diagnóstico suele realizarse diez años después de los primeros síntomas.
Para confirmar el diagnóstico de acromegalia, deben realizarse las siguientes pruebas:
- Análisis de sangre: para confirmar la existencia de una concentración elevada de IGF-1 (considerado en la actualidad como el mejor indicador de la actividad clínica de la acromegalia).
- Prueba de supresión con glucosa de la hormona del crecimiento: consiste en aumentar artificialmente la concentración de glucosa en sangre (haciendo que el paciente se tome una bebida azucarada) y medir la concentración de hormona del crecimiento en sangre a intervalos regulares. En las personas sanas, el aumento de la concentración de azúcar en sangre provoca una bajada de la secreción de la hormona del crecimiento. En caso de acromegalia, la concentración permanece constante y no hay supresión.
- Tomografía axial computarizada (TAC) o resonancia magnética (RM): son técnicas de imagen que permiten ver si hay un adenoma hipofisario.
Los tratamientos de la acromegalia tienen como objetivos:
- Eliminar el tumor y atenuar los síntomas.
- Normalizar la concentración de la hormona del crecimiento para detener el progreso de la enfermedad.
Existen dos tipos de tratamientos:
- Cirugía. Es la opción más común y consiste en extirpar el adenoma hipofisario. La operación suele realizarse por vía nasal, aunque a veces es necesario abrir la cavidad craneal. Esta intervención permite restablecer la secreción normal de hormona del crecimiento en el 90% de las personas con adenomas pequeños, y en el 50%-60% de las personas con adenomas de diámetro superior a los 10 milímetros.
- Farmacoterapia o radioterapia. Cuando el tratamiento quirúrgico no es viable, si la cirugía no es suficiente para normalizar la concentración de IGF1 o de la hormona del crecimiento en sangre, o en caso de recaída, se puede recurrir a los fármacos o a la radioterapia. Los primeros permiten reducir la secreción de hormona del crecimiento y/de IGF1 por el tumor. Existen varias clases de medicamentos como los análogos de la somatostatina, los medicamentos dopaminérgicos y los antagonistas del receptor de la hormona del crecimiento.
Según los síntomas y la evolución de la enfermedad, es necesario acudir a diversos especialistas, como el endocrinólogo, el cardiólogo, el oftalmólogo y el reumatólogo.
Fuentes y Referencias
1. Petrossians P et al. Acromegaly at diagnosis in 3173 patients from the Liège Acromegaly Survey (LAS) Database. Endocr Relat Cancer. 2017 Oct;24(10):505-518
2. Diez JJ, Iglesias P.Organización del tratamiento médico de la acromegalia. Medicina Clínica (Barc). 2012 Ap;140(8):
Adenoma tirotropo
Los adenomas tirotropos son tumores glandulares benignos de la hipófisis que producen hormonas estimuladoras de la secreción tiroidea (TSH), lo que tiene varias consecuencias.
Los adenomas tirotropos son tumores poco frecuentes localizados en la hipófisis. Son masas de naturaleza benigna, no cancerosa, que suelen tener una evolución lenta pero pueden hacerse voluminosos. Estos adenomas producen un hipertiroidismo como consecuencia de una secreción inadecuada de TSH, una hormona estimuladora de la secreción de hormonas tiroideas.
El adenoma se desarrolla sin causa conocida en la hipófisis, una glándula pequeña situada en la base del cerebro, dentro de una pequeña cavidad ósea (la silla turca o hueso esfenoides), que pesa menos de un gramo y suele medir entre siete y ocho milímetros de diámetro. Esta glándula controla numerosas funciones en el organismo a través de secreciones hormonales, mediante el envío de señales a otras glándulas endocrinas, como la tiroides, lo que permite modificar la producción de hormonas tiroideas, y a ciertos órganos, como las mamas, ovarios o huesos. El adenoma tirotropo representa menos del 1% delos adenomas hipofisarios y suele ser en la mayoría de los casos un macroadenoma (de un centímetro o más) que puede segregar mucha cantidad de hormonas o precursores hormonales.
Incidencia
Los adenomas tirotropos son tumores muy poco frecuentes, constituyen menos del 1% de los adenomas hipofisarios. Estos últimos representan alrededor del 10% de todos los tumores cerebrales. Su incidencia es de 0,2 casos anuales por millón de habitantes.1, 2
Síntomas
El adenoma tirotropo presenta los mismos síntomas que el resto de las causas de hipertiroidismo (secreción excesiva de hormonas tiroideas):
- Taquicardia.
- Pérdida de peso.
- Hipersudoración y termofobia.
- Diarrea.
- Nerviosismo
- Cansancio.
- Bocio de volumen moderado en la mayoría de los casos.
La presencia física de este macroadenoma hipofisario puede provocar la compresión de los órganos vecinos y especialmente de los nervios ópticos circundantes, lo que causa dolores de cabeza (cefaleas) y una reducción del campo visual.
Factores de riesgo
Los adenomas hipofisarios, y por lo tanto los tirotropos, no se pueden prevenir y se suelen presentar de forma aislada. En casos poco frecuentes, el adenoma hipofisario puede integrarse en las neoplasias endocrinas múltiples de tipo 1 (MEN1), una enfermedad genética.
El diagnóstico debe establecerse cuando existe un cuadro clínico de hipertiroidismo. Biológicamente, las concentraciones plasmáticas de TSH y de las hormonas tiroideas (T4 libre y T3 libre) son elevadas.
El diagnóstico de adenoma tirotropo se puede establecer mediante las siguientes pruebas:
- Resonancia magnética hipofisaria: las imágenes por resonancia magnética han demostrado ser la mejor técnica de detección de microadenomas (con un límite de sensibilidad de alrededor de los 2 milímetros) y de microadenomas;
- También puede utilizarse un TAC.
El adenoma tirotropo crece lentamente, por lo que su diagnóstico suele ser tardío. El diagnóstico precoz en la fase de microadenoma permite mejorar los resultados de los tratamientos.
Así, el diagnóstico se confirma mediante un examen de la masa extirpada después de la cirugía.
Los tratamientos dependen del tipo y del tamaño del adenoma:
- Cirugía: es la opción más común y consiste en extirpar el adenoma hipofisario. La operación se efectúa por vía nasal cuando el adenoma es lo suficientemente pequeño, mientras los adenomas de mayor volumen se extirpan abriendo la cavidad craneal. La operación permite restablecer la secreción normal de TSH en entre un 80% y un 90% de las personas con adenomas pequeños y en entre un 50% y un 60 % de las que presentan adenomas con un diámetro superior a los 10 milímetros. Debido a la posibilidad de que haya una recidiva tumoral retardada y extendida a otras estructuras, después de la cirugía el paciente debe someterse aun seguimiento a largo plazo.
- Radioterapia: se utiliza generalmente de forma complementaria al tratamiento quirúrgico para hacer desaparecer los residuos del tumor. No obstante, la radioterapia es un tratamiento lento y suele presentar diversas complicaciones hormonales.
- Análogos de la somatostatina: la somatostatina es un péptido segregado por el hipotálamo y por otras partes del cuerpo, especialmente en el aparato digestivo (páncreas), que inhibe la secreción de la hormona del crecimiento. Este péptido permite reducir o bloquear la hipersecreción de TSH en los adenomas tirotropos.
Fuentes y Referencias
1. Bertholon-Gregoire M et al. Mono- and plurihormonal thyrotropic pituitary adenomas: pathological, hormonal and clinical studies in 12 patients. Eur J Endocrinol 1999; 140: 519-27.
2. Lenders N. Longitudinal evaluation of the natural history of conservatively managed nonfunctioning pituitary adenomas. Clin Endocrinol (Oxf). 2016 Feb;84(2):222- 228.
Déficit de hormona de crecimiento
El déficit de hormona del crecimiento, normalmente debido a una afección en el hipotálamo o en la hipófisis, tiene numerosas consecuencias negativas en los niños y adultos afectados (retraso del crecimiento, problemas metabólicos, etc.)¹.
La hormona del crecimiento1 (GH, del inglés growth hormone) desempeña un papel fundamental en el crecimiento del niño y del adolescente, pero también es imprescindible en el adulto porque contribuye al buen funcionamiento del organismo y a combatir el envejecimiento.
La hormona del crecimiento se segrega en la hipófisis (glándula pituitaria), que produce esta hormona bajo el control del hipotálamo (estructura cerebral que enlaza el sistema nervioso central y el sistema endocrino). La hormona del crecimiento ejerce su función al interactuar con el intermediario IGF-1, que se produce en el hígado.
El déficit de hormona del crecimiento se atribuye a un mal funcionamiento de la hipófisis, del hipotálamo o de ambos, y se produce cuando la hormona no es secretada en las cantidades necesarias para el organismo. En estos casos, el hígado también produce cantidades insuficientes de IGF-1.
Incidencia
El número de niños afectados por el déficit de hormona del crecimiento no se conoce con precisión. En Europa y en los Estados Unidos varía de 1/4.000 a 1/10.000 niños2-4. Esta variabilidad se debe al polimorfismo clínico, a los límites de las pruebas de estimulación de la hormona del crecimiento y a los problemas de interpretación del valor umbral del diagnóstico.
En el adulto se estima que la incidencia es de 2/100.000 cuando se consideran aquellos pacientes con deficiencia de GH de inicio en la infancia⁵.
Síntomas
El déficit de hormona del crecimiento repercute de forma distinta en la salud del niño en comparación con la del adulto:
- En el niño, la insuficiencia de esta hormona produce graves problemas de crecimiento, que se traducen en6:
- Talla baja.
- Retraso en el desarrollo.
- Fragilidad ósea.
- Aspecto facial infantil.
- Acumulación importante de grasa, especialmente en la zona abdominal.
- Masa muscular débil, que genera debilidad y dificultad para realizar ejercicio físico.
- En el adulto, el déficit de esta hormona tiene varias consecuencias metabólicas y fisiológicas7:
- Acumulación importante de grasa, especialmente en la zona abdominal
- Musculatura débil.
- Modificación del metabolismo energético, que aumenta el cansancio ante el esfuerzo físico.
- Problemas de composición del tejido óseo que pueden elevar el riesgo de fractura.
- Aumento de los niveles de colesterol y del riesgo cardiovascular.
- Malestar físico y mala calidad de vida (disminución del autocontrol, de la libido y de la capacidad de concentración).
Causas1,8
En el niño, si la causa del déficit de hormona del crecimiento se desconoce (se denomina idiopática y corresponde al 75% de los casos), se dice que el déficit es orgánico debido a:
- Una anomalía congénita del desarrollo de la hipófisis.
- Una lesión de la hipófisis y/ del hipotálamo debida a una infiltración (enfermedad infiltrativa), a una irradiación cerebral (radioterapia), incluso puede deberse a un traumatismo craneal grave, un tumor, una infección, etc.
- Una patología hereditaria. En el adulto es preciso distinguir entre el déficit congénito (familiar o esporádico) y el adquirido (en la edad adulta) de causa desconocida o que afecta a la región hipotálamo-hipofisaria (tumores, infiltración, necrosis, traumatismo, cirugía, radioterapia).
Para confirmar el diagnóstico1 de déficit de hormona del crecimiento es necesario medir su concentración en sangre, pero el problema radica en que cambia cada hora. La hormona del crecimiento se segrega en picos durante todo el día, con una mayor intensidad durante el sueño. Por esta razón, es necesario extraer sangre a intervalos regulares, provocar un pico de secreción de la hormona (prueba de estimulación) y comparar a continuación los resultados con los niveles de referencia.
Las pruebas recomendadas son las siguientes:
- Cantidad de IGF- I (hormona secretada por el hígado bajo la acción de la hormona del crecimiento): se extrae sangre para medir la hormona IGF-I, que constituye un factor indicador indirecto de la cantidad de hormona de crecimiento que produce el organismo. Esta cantidad también es variable y se ajusta en función de la edad (y eventualmente del sexo).
- Prueba de provocación/estimulación de la hormona de crecimiento: se utilizan distintas sustancias para estimular la secreción de la hormona de crecimiento (especialmente insulina y glucagón, dos hormonas estimuladoras de la hipófisis) y luego se mide su concentración en sangre.
De forma complementaria, la resonancia magnética cerebral permite obtener imágenes para ver la región hipotálamo-hipofisaria con el fin de confirmar una patología eventual en esta zona.
A pesar de estas pruebas, el diagnóstico de déficit de hormona del crecimiento en el niño se suele realizar tarde debido al tiempo necesario para que los problemas generados alerten a los familiares o a los profesionales médicos. Esta ausencia de diagnóstico precoz es la causante de numerosas consecuencias nefastas para el paciente:
- Una talla baja definitiva y el retraso psicológico derivado.
- Una esperanza de vida menor en la edad adulta por el aumento de la frecuencia de las cardiopatías isquémicas (un aporte sanguíneo insuficiente al corazón).
- Más riesgo de fracturas debidas a la osteoporosis.
Es importante, sobre todo en los niños, estudiar si existen otros déficits hormonales asociados.
El déficit de hormona del crecimiento se trata1 con una terapia hormonal sustitutiva (con una hormona del crecimiento sintética similar a la que los humanos producen de forma natural) prescrita por un médico especializado y respetando las contraindicaciones.
Esta hormona del crecimiento recombinante se administra al paciente mediante una inyección subcutánea diaria, por la noche antes de acostarse. Las inyecciones se las puede autoadministrar el propio paciente, o un familiar o enfermera mediante una pluma inyectora, similar a la que usan las personas diabéticas para inyectarse la insulina.
La duración del tratamiento depende de cada paciente y también de la edad a la que se inició el déficit de hormona del crecimiento:
- El déficit de hormona del crecimiento adquirido durante la infancia debe someterse a evaluaciones periódica a lo largo de los años (vigilancia del peso, la talla y de la buena tolerancia al tratamiento), y a veces el tratamiento puede interrumpirse al llegar a la edad adulta.
- El déficit de hormona del crecimiento adquirido en la edad adulta suele necesitar un tratamiento de por vida, hasta que el endocrinólogo decide parar el tratamiento cuando la persona envejece.
Fuentes y Referencias
1. Gupta V. Adult growth hormone deficiency. Indian J Endocrinol Metab. Sep 2011;15(Suppl3): S197–202. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3183535/
2. Rona RJ, Tanner JM. Aetiology of idiopathic growth hormone deficiency in England and Wales. Arch Dis Child. Mar 1977;52(3):197–208. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1546271/
3. Murray PG, Dattani MT, Clayton PE. Controversies in the diagnosis and management of growth hormone deficiency in childhood and adolescence. Arch Dis Child [Internet]. 1 Jan 2016;101(1):96 LP-100. http://adc.bmj.com/content/101/1/96.abstract
4. National Institute for Health and Care Excellence. Human growth hormone (somatropin) for the treatment of growth failure in children. 2010;(May 2010). http://www.nice.org.uk/guidance/ta188/resources/guidance-human-growth-hormone-somatropin-for-the-treatment-of-growth-failure-in-children-pdf
5. Eledrisi M. Growth hormone deficiency in adults. Medscape. 2018. https://emedicine.medscape.com/article/120767-overview#a6
6. MedlinePlus Web. Growth hormone deficiency – children. 26 Julio 2010. http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/ency/article/001176.htm
7. Cedars-Sinai Medical Center Web. Adult growth hormone deficiency.
8. Boston Children´s Hospital. Growth Hormone Deficiency Symptoms & Causes. http://www.childrenshospital.org/conditions-and-treatments/conditions/g/growth-hormone-deficiency/symptoms-and-causes
Déficit primario grave de IGF-1
Un déficit primario de IGF-1 (el factor de crecimiento similar a la insulina tipo 1 es una proteína que tiene la función de mediar los efectos de la hormona del crecimiento) grave provoca un retraso del crecimiento en niños y adolescentes, así como numerosos problemas anatómicos, morfológicos y fisiológicos. IGF-1 (del inglés, Insulin-like Growth Factor-1) es una proteína que tiene la función de mediar los efectos de la hormona del crecimiento1.
El déficit primario de IGF-1 (grave) o (SPIGFD, del inglés Severe Primary IGF-1 Deficiency), es una enfermedad que causa importantes retrasos del crecimiento en niños y adolescentes, lo que produce una discapacidad innegable tanto en el plano físico como en el psicológico2.
El IGF-1 (somatomedina C) es una hormona (una proteína de 70 aminoácidos) con una estructura similar a la de la insulina. Se produce en el hígado y hace de mediador de los efectos de la hormona del crecimiento (GH, del inglés growth hormone)3. El IGF-1 estimula la absorción de la glucosa, de los lípidos y de los aminoácidos para permitir el metabolismo de sostenimiento del crecimiento tisular. También interviene en el desarrollo del sistema nervioso y desempeña una función importante en los procesos de adquisición y de mantenimiento de la masa ósea4.
El déficit primario de IGF-1 se caracteriza porque el paciente presenta concentraciones bajas de esta hormona sin que haya una insuficiencia asociada en la secreción de hormonas del crecimiento (GH), y por la ausencia de una causa secundaria1.
Incidencia
El déficit primario de IGF-1 grave es una enfermedad muy rara, con una incidencia de menos de 1/10.0005 y con una prevalencia que varía entre el 1,2-11%, según los distintos estudios6, 7.
Síntomas
Un diagnóstico correcto y precoz permite tratar de manera adecuada al paciente, desde el inicio. El déficit primario de IGF-1 se define por1:
- Niveles basales de IGF-1 por debajo del percentil 2,5 para la edad y el sexo correspondientes*.
- Talla -≤ 3 SDS (puntuación de desviación estándar).
- Niveles suficientes de hormona de crecimiento (GH).
- Exclusión de formas secundarias de déficit de IGF-1 como la malnutrición, el hipotiroidismo o el tratamiento crónico a dosis farmacológicas de esteroides antiinflamatorios.
- Estos pacientes no tienen un déficit de GH (GHD) y por lo tanto no se puede esperar que respondan bien al tratamiento exógeno con GH1.
Causas
El déficit se debe a una anomalía en la cascada del eje GH/IGF-1, en la que intervienen una serie de acontecimientos intracelulares que empiezan por la fijación de la GH a su receptor (mutaciones), para activar la secreción de IGF-18.
El síndrome de Laron (descrito en 1999 por Zvi Laron), es una enfermedad congénita producida por mutaciones en el gen GHR (receptor de la hormona del crecimiento), y es la forma más grave de déficit primario de IGF-19.
En la práctica, se puede aplicar el término de déficit primario de IGF-1 grave en los niños con1:
- Talla baja (<-3 DE*).
- Baja concentración sérica de IGF-1 (ajustada por edades).
- Concentración sérica de GH normal o elevada.
*DE: desviación estándar o desviación típica que permite evaluar la dispersión de las medidas con respecto al valor medio.
En los niños afectados por el déficit primario de IGF-1, el tratamiento con hormona del crecimiento es ineficaz, ya que hay un bloqueo de la vía GH/IGF-1.
Entre los casos de déficit primario de IGF-1 grave se pueden distinguir:
- Anomalías de la cascada GH/IGF-1, que pueden responder al tratamiento con IGF-1 recombinante.
- Anomalías a partir de esa cascada (por ejemplo, las anomalías del receptor del IGF-1), que no son sensibles a este tratamiento.
El factor de crecimiento insulinomimético (parecido a la insulina) de tipo humano 1 (IGF-1), derivado del ADN recombinante, se administra a niños que presentan un déficit primario de IGF-1 grave debido a las anomalías en la cascada GH/IGF-1. Es un tratamiento a largo plazo de los retrasos del crecimiento asociados a esta enfermedad.
Solo lo puede prescribir un médico especializado y es necesario respetar las contraindicaciones. La eficacia de este tratamiento, que se administra al paciente mediante una inyección subcutánea diaria dos veces al día, se debe evaluar con la velocidad de crecimiento. Las dosis se van aumentando gradualmente si el paciente tolera bien el medicamento.
Fuentes y Referencias
1. Cohen J, Blethen S, Kuntze J, Smith SL, Lomax KG, Mathew PM. Managing the child with severe primary insulin-like growth factor-1 deficiency (IGFD): IGFD diagnosis and management. Drugs R D. 2014;14(1):25–9.
2. NIH. Insulin-like growth factor I deficiency [Internet]. Generic and Rare Diseases Information Center. [accedido el 8 Oct 2018]. Disponible en: https://rarediseases.info.nih.gov/diseases/10627/insulin-like-growth-factor-i-deficiency
3. Rinderknecht E, Humbel RE. The amino acid sequence of human insulin-like growth factor I and its structural homology with proinsulin. J Biol Chem [Internet]. 25 Apr 1978;253(8):2769–76. Disponible en: http://www.jbc.org/content/253/8/2769.abstract
4. Locatelli V, Bianchi VE. Effect of GH/IGF-1 on Bone Metabolism and Osteoporsosis. Int J Endocrinol. 2014;2014.
5. Ranke MB, Wölfle J, Schnabel D, Bettendorf M. Treatment of Dwarfism With Recombinant Human Insulin-Like Growth Factor-1. Dtsch Arztebl Int [Internet]. 23 Oct 2009;106(43):703–9. Disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2780013/
6. Teissier R, Flechtner I, Colmenares A, Lambot-Juhan K, Baujat G, Pauwels C, et al. Characterization and prevalence of severe primary IGF1 deficiency in a large cohort of French children with short stature. Eur J Endocrinol. 2014;170(6):847–54.
7. Clayton PE, Ayoola O, Whatmore AJ. Patient Selection for IGF-I Therapy. Horm Res Paediatr [Internet]. 2006;65(suppl 1(Suppl. 1):28–34. Disponible en: https://www.karger.com/DOI/10.1159/000090644
8. Aguirre GA, De Ita JR, de la Garza RG, Castilla-Cortazar I. Insulin-like growth factor-1 deficiency and metabolic syndrome. J Transl Med [Internet]. 2016;14(1):3. Disponible en: http://www.translational-medicine.com/content/14/1/3
9. Genetics Home Reference. Laron Syndrome [Internet]. 2-Oct-2018. 2018 [accedido el 8 Oct 2018]. Disponible en: https://ghr.nlm.nih.gov/condition/laron-syndrome#diagnosis
Pubertad precoz
Se caracteriza por la aparición temprana de los caracteres sexuales secundarios: antes de los 7 u 8 años en las niñas y antes de los 9 en los niños. La pubertad precoz, si no se trata, resulta paradójicamente en una talla alta en la infancia y una talla baja en la edad adulta1.
La aparición de los caracteres sexuales secundarios se produce, de media, entorno a los 11 años en las niñas y a los 13 en los niños. Sin embargo, cada vez son más los casos de pubertad precoz: antes de los 7-8 años en las niñas y antes de los 9 en los niños2.
Se pueden distinguir dos tipos de pubertad precoz3:
- Pubertad precoz central o pubertad precoz ‘verdadera’: está causada por la una reactivación prematura del eje hipotalamohipofisogonadal al desencadenarse la segregación de GnRH (hormona liberadora de gonadotropina). Bajo el impulso del hipotálamo y de la hipófisis (estructuras cerebrales responsables de la producción de hormonas) que liberan estimulinas, las gónadas (testículos y ovarios) secretan las hormonas sexuales (esteroideas) desencadenándose la pubertad.
- Pubertad precoz periférica: debida a la secreción de hormonas esteroideas sexuales independiente del eje hipotalamohipofisogonadal y causada por otra anomalía, como por ejemplo un tumor gonádico o suprarrenal, hiperplasia suprarrenal congénita, etc.
Incidencia
La pubertad precoz afecta a entre 1 de cada 5.000 y 1 de cada 10.000 niños, con una proporción aproximada de 20 niñas por cada niño4.
Síntomas
La pubertad precoz se caracteriza por la aparición temprana del desarrollo puberal:
- En los niños aumenta el volumen testicular, la vellosidad púbica y se desarrolla el pene.
- En las niñas se observa un desarrollo de las glándulas mamarias y de la vellosidad púbica, y con menos frecuencia la aparición de la menstruación.
Entre las consecuencias negativas que la pubertad precoz puede tener en el paciente están las siguientes3:
- Reducción de la talla adulta: Los niños crecen más deprisa pero su crecimiento se ralentiza antes. Esto se debe a que las hormonas sexuales tienen la función de hacer madurar la zona de crecimiento de los huesos y de detener dicho crecimiento.
- Malestar psicológico: La aparición temprana de los signos de la pubertad complica las relaciones de los niños con su entorno (escolar y familiar) y genera muchas preguntas.
Factores de riesgo
La pubertad precoz central suele ser de origen desconocido (idiopática) en entre el 80 y 95% de las niñas, y en un 50% de los niños3. En uno de cada dos casos la causa suele ser un tumor.
No obstante, hay algunos factores de riesgo que pueden favorecer su aparición:
- El origen étnico: afecta con más frecuencia a las niñas de origen africano o hispánico que a las de origen asiático o caucásico.
- Falta de ejercicio: tiende a adelantar la aparición de la pubertad.
- Nutrición: la dieta rica en grasas favorece la producción de hormonas que influyen en el desarrollo sexual (estrógeno e insulina).
- Exposición a determinadas sustancias: algunas sustancias ambientales o cosméticas (especialmente el bisfenol A, un compuesto orgánico aromático que se sospecha que desempeña un papel en la aparición de la pubertad precoz), pueden tener efectos endocrinos.
La pubertad precoz se puede diagnosticar mediante las siguientes pruebas y exámenes2:
- Reconocimiento físico realizado por un médico general: permite apreciar en un primer momento el estado inicial de desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, la evolución de la curva de crecimiento y los factores de riesgo familiares.
- Análisis hormonal: el análisis de GnRH permite detectar si hay actividad gonadotrópica con una dosis de hormonas esteroideas sexuales.
- Radiografía de la muñeca izquierda: determina la edad ósea y confirma si la pubertad ha empezado. La secreción de hormonas esteroideas sexuales provoca la aceleración de la maduración ósea y la fusión prematura de los cartílagos de crecimiento, lo que conlleva una talla pequeña.
- Ecografía pélvica: permite ver el volumen de los ovarios y del útero, y por tanto el grado de desarrollo puberal de las niñas. También ayuda a detectar tumores o quistes ováricos que puedan estar en el origen de una pubertad precoz de origen periférico.
- Resonancia magnética de la hipófisis: si la pubertad precoz se confirma, lo habitual es realizar una resonancia magnética de la región hipotálamo-hipófisis para evaluar el volumen de la glándula hipofisaria o pituitaria. En la pubertad precoz, esta glándula aparece más voluminosa y abombada. Esta técnica de imagen también permite verificar la ausencia de tumores en esta región del encéfalo.
El adelanto de la pubertad tiene como consecuencia principal la reducción de la talla adulta. Desde los años 80, los análogos de la GnRH representan la terapia de elección para la pubertad precoz central1.
Los análogos de la GnRH bloquean el desarrollo puberal, limitanel avance de la edad ósea y normalizanla velocidad de crecimiento. Todos estos elementos permiten restaurar la esperanza de alcanzar una talla adecuada. La supresión de las gonadotropinas provocada por los análogos es reversible: la actividad gonadotropa se reanuda unos meses después de detener el tratamiento.
Fuentes y Referencias
1. Kaplowitz P. Precocius Puberty [Internet]. Feb 14, 2018. 2018 [accedido el 8 Oct 2018]. Disponible en:https://emedicine.medscape.com/article/924002-overview
2. NHS. Early or delay puberty [Internet]. 20/04/2016. 2016 [accedido el 8 Oct 2018]. Disponible en:https://www.nhs.uk/conditions/early-or-delayed-puberty/
3. Mayo Clinic. Precocius Puberty [Internet]. Nov. 17, 2018. 2018 [accedido el 8 Oct 2018]. Disponible en:https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/precocious-puberty/symptoms-causes/syc-20351811
4. National Organization for Rare Diseases. Precocious Puberty [Internet]. 2016 [accedido el 8 Oct 2018]. Disponible en: https://rarediseases.org/rare-diseases/precocious-puberty/
Síndrome de Turner
El síndrome de Turner es una enfermedad que se produce exclusivamente en el sexo femenino y está causada por la ausencia parcial o total de uno de los cromosomas X. Como consecuencia, aparecen trastornos como talla baja e infertilidad, entre otros1.
El síndrome de Turner toma su nombre del endocrinólogo norteamericano Henry Turner, quien describió por primera vez los síntomas de esta enfermedad en 19382. La causa del síndrome de Turner está en una anomalía genética: uno de los dos cromosomas X (46, XX) con los que debe nacer una niña desaparece parcial o completamente, o está dañado3, 4.
- Monosomía: casos donde la pérdida de un cromosoma X es total (monosomía X: 45, X).
- Delección: caso en que uno de los cromosomas X es normal mientras que el otro está incompleto.
- Mosaico: casos en los que la pérdida del cromosoma X se produce únicamente en determinadas células del organismo (45, X/ 46, XX).
Incidencia
El síndrome de Turner es una enfermedad genética rara que afecta alrededor de una de cada 2.500 recién nacidas. Su incidencia es similar en todas las poblaciones y regiones del mundo3.
Síntomas
El síndrome de Turner se caracteriza por5:
- Baja talla al nacer, hinchazón de la espalda, de las manos y de los pies, y cuello corto con pliegues característicos.
- Estatura baja: en el 98% de los casos las afectadas que no reciben tratamiento presentan una estatura hasta 20 cm inferior a la media y suele situarse en los 145 cm. La curva de crecimiento de las niñas con síndrome de Turner empieza a distanciarse de lo normal sobre los 4 años de edad y se ralentiza progresivamente durante todo el periodo de crecimiento.
- Insuficiencia ovárica con infertilidad: la disfunción ovárica (disgenesia ovárica) impide el inicio de la pubertad en la mayoría de las pacientes (ausencia del desarrollo de las mamas y de la menstruación). Además, aunque las afectadas presentan un aspecto normal, sus órganos genitales siguen teniendo aspecto infantil.
A estos síntomas también se pueden sumar otros trastornos:
- Problemas cardiacos (hipertensión, dilatación de la aorta) y renales (un solo riñón o riñones unidos en forma de herradura).
- Desmineralización de los huesos (osteoporosis), que aumenta el riesgo de fracturas.
- Características faciales (cuello corto con unos pliegues característicos) y de las extremidades (hinchazón en manos y pies).
- Diabetes no asociada a un problema de producción de insulina.
- Hipotiroidismo.
- Celiaquía (intolerancia al gluten).
- Obesidad.
- Trastornos otorrinolaringológicos (otitis repetidas, disminución de la audición).
- Estrabismo.
- Dificultades de aprendizaje.
Causas
Esta anomalía cromosómica se produce por azar y ningún factor hereditario o ambiental parece influir en su aparición. La edad avanzada de la madre no se considera un factor de riesgo3.
Para confirmar el diagnóstico1 del síndrome de Turner se realiza un cariotipo sanguíneo, que consiste en el análisis de una muestra de sangre para determinar el conjunto de cromosomas de una célula. Este análisis puede hacerse en cualquier momento tras el nacimiento (habitualmente cuando se detectan algunos síntomas característicos), pero también es posible hacer un diagnóstico prenatal gracias a la amniocentesis, en la que se analiza el líquido amniótico que rodea al bebé para identificar distintas anomalías cromosómicas.
Entre los tratamientos que permiten corregir el retraso del crecimiento y la insuficiencia ovárica se encuentran los siguientes4:
- Análogos de la hormona del crecimiento humano: permiten tratar el retraso del crecimiento y se administran en solución inyectable hasta que la paciente alcanza una edad ósea de 14 años (que se confirma mediante radiografías). Este tratamiento debe ser prescrito por un médico especialista teniendo en cuenta las posibles contraindicaciones.
- Tratamiento hormonal sustitutivo: al principio, con estrógenos y, más tarde, con estrógenos y progesterona, para sustituir las hormonas producidas normalmente por el ovario. Este tratamiento debe comenzar en la pubertad y seguirse hasta la menopausia para evitar el riesgo de osteoporosis.
La naturaleza y diversidad de síntomas de este síndrome hacen que sea imprescindible un abordaje multidisciplinar de la paciente, con implicación de distintos especialistas, como pediatras, médicos de atención primaria, endocrinólogos, ginecólogos e incluso cardiólogos y nefrólogos cuando se produce una malformación cardiaca o renal que pueda ser intervenida.
Fuentes y Referencias
1. National Institute of Health. Turner Syndrome [Internet]. [accedido el 9 Oct 2018]. Disponible en:https://ghr.nlm.nih.gov/
2. Turner H. A syndrome of infantilism, congenital webbed neck, and cubitus valgus. Am J Obstet Gynecol [Internet]. 15 May 1972;113(2):279. Disponible en:https://doi.org/10.1016/0002-9378(72)90778-8
3. Instutut Marquès. Sindrome de Turner [Internet]. [accedido el 9 Oct 2018]. Disponible en: https://institutomarques.com/glosario/sindrome-de-turner/
4. Mayo Clinic. Turner Syndrome [Internet]. [accedido el 9 Oct 2018]. Disponible en: https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/turner-syndrome/symptoms-causes/syc-20360782
5. National Institute of Health. What are the symptoms of Turner Syndrome? [Internet]. [accedido el 9 Oct 2018]. Disponible en: https://www.nichd.nih.gov/health/topics/turner/conditioninfo/symptoms